El baño y la enfermedad de Alzheimer

Aparte de los trastornos que ocasiona para la convivencia familiar, la enfermedad de Alzheimer afecta directamente a quienes están envejeciendo, e indirectamente a su entorno, tanto por los cambios emocionales como físicos que conlleva, y entre ellos, uno de los más complicados es el baño del enfermo.

Un artículo publicado en la revista HealthyDay News por Chris Woolston, MS, explica lo que ocurre en estos casos y da recomendaciones que reproducimos en Plataforma Médica, por ser de utilidad para muchas personas que se ven enfrentadas a esta situación.

La enfermedad de Alzheimer roba la privacidad de una persona con tanta seguridad como roba la memoria. En cierta etapa, su ser querido puede recordar un momento en que se podía bañar a sí mismo, pero ya no. Como cuidador, es su trabajo para mantenerlo limpio, proteger su comodidad y dignidad.

La descripción del trabajo cambiará constantemente con la enfermedad. Al principio, la persona en su cuidado puede sentir vergüenza al desnudarse delante de usted. Usted puede aliviar su mente, dándole una toalla o manta para ducha que cuelgue sobre sí mismo. Si todavía es capaz de hacerlo, él también se sentirá mejor si puede de hacer la mayor parte del lavado. Sólo debe darle instrucciones claras, paso a paso, a medida que avanza.

Comodidad y seguridad

La vergüenza desaparece con el tiempo, pero aparecen nuevos problemas. El paciente con Alzheimer puede llegar a ser asustarse o confundirse con una ducha o el sonido del agua que corre, o puede temer ahogarse en una bañera. Si parece alarmado, trate de cambiar su enfoque. Por ejemplo, podría ayudar a poner el agua en la bañera antes que él entre en la habitación, o para permitir que vea correr el agua. El puede preferir un baño de esponja con una ducha si, por ejemplo, el sonido del agua golpeando las baldosas o bañera es inquietante (esto es común entre los pacientes de Alzheimer).

Si el baño todavía es preocupante, debe considerar la compra de una silla de baño y una ducha de mano. La silla puede ser una manera de ayudar a relajarse, y de preocuparse menos por resbalones y caídas.

Al bañar a una persona con la enfermedad de Alzheimer, la seguridad es una preocupación real. Compruebe la temperatura del agua, mantenga el agua del baño a no más de 15 centímetros de profundidad, instale una alfombra de baño antideslizante, y no utilice cualquier aceite de baño y jabones resbaladizos. Si usted tiene una bañera, es posible que desee tener a su ser querido sentado sienta en una silla.

Éstos son algunos otros consejos para hacer la hora del baño sin problemas:
  • Si el equilibrio y debilidad muscular son preocupaciones, instale agarraderas y pasamanos instalados cerca del plato de ducha, aseo y lavado. Tenga el asiento del inodoro elevado, también, si es posible.
  • Establezca una rutina para bañarse y cepillarse los dientes. Si continúa siendo una lucha, espere esperar unos días entre cada baño.
  • Caliente el baño antes de ayudar a las personas a desnudarse. Los mayores son más sensibles a los cambios de temperatura.
  • Compruebe si la temperatura del agua es la correcta. Puede instalar un simple sensor en la bañera que cambia de color si es demasiado caliente o demasiado frío.
  • Verifique las cerraduras de las puertas. Cambiarlas si éstas se cierran desde el interior. Su ser querido podría encerrarse por accidente o pánico.
  • Si él dice que no necesita un baño, no discuta. Sólo siga dándole instrucciones claras y sencillas en un ambiente tranquilo y tono cariñoso para ayudar a prepararse.
  • No ignore el área genital o anal de una persona por el bien de la dignidad. No hay nada digno en una erupción cutánea desagradable. Si su ser querido no se puede lavar estas áreas diariamente, hágalo suavemente por él.
  • Asegúrese de que la persona esté completamente seco, luego ponga talco o almidón de maíz en los rollos de piel o debajo de los pechos de una mujer.
  • Si una persona se niega a bañarse, use baños de esponja regulares como último recurso. Esté atento a manchas rojas o erupciones cutáneas, por lo que puede tratarlas antes de que se vuelvan graves; consulte a su proveedor de atención médica de inmediato si son de larga duración o no pueden ser identificados.

Referencias
Bevery Bigtree Murphy, MS de Alzheimer y de baño. http://www.ec-online.net/Knowledge/articles/reflections.html
Sloane, Philip. Avances en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. American Family Physician. Vol. 58, No. 6, 1577-1586.
El Dr. William Molloy y el Dr. Paul Caldwell. La enfermedad de Alzheimer: Todo lo que necesita saber. Firefly Books.

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