Facultad de Medicina, Universidad de Chile
Reducción de la esteatosis, estrés oxidativo, inflamación e insulinoresistencia, son algunos de los logros alcanzados a través de la investigación realizada por el profesor Rodrigo Valenzuela, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina. Los promisiorios resultados esta investigación, diferencia la contribución que con ese objetivo hicieron bajas dosis de ácidos grasos DHA o EPA, combinados cada uno con hidroxitirosol, antioxidante derivado de la producción del aceite de oliva.
"Los crecientes índices de obesidad que caracterizan actualmente a la población nacional, así como el bajo consumo de pescado, frutas, verduras y legumbres en nuestra dieta, además de una alta ingesta de azúcares y grasas saturadas sobre todo en adolescentes, son algunos de los factores que inciden en que cada vez haya más personas con esteatosis hepática o hígado graso no alcohólico, ya sea que tengan sobrepeso, obesidad o, incluso, que sean delgados", explica el académico. Esta condición, añade, está directamente relacionada con alzas en la glicemia, en la resistencia a la insulina, en los procesos inflamatorios y en el estrés oxidativo.
En su proyecto Fondecyt de Iniciación 11140174 el profesor Valenzuela comparó el efecto metabólico en el hígado de una suplementación dietaria nutricional con ácidos grasos EPA o DHA, por separado, combinados cada uno de ellos con un antioxidante que se extrae a partir de la producción del aceite de oliva, denominado hidroxitirosol.
La razón para suplementar la dieta con EPA o DHA por separado se debió a poder establecer similitudes o diferencias en los resultados, y que añadir hidroxitirosol es porque, en su condición de antioxidante natural, permite modular mejor la dosis de los ácidos grasos utilizados, "puesto que en la literatura se han descrito efectos secundarios nocivos derivados de su exceso", añade.
Para ello, en modelos in vivo cotejaron a un grupo control con otro sometido a una dieta hipercalórica -"con un producto que en sus componentes es muy similar a los nuggets", informa-, grupo al que durante 12 semanas se le suministró EPA o DHA en combinación con hidroxitirosol, con el fin de determinar si esta intervención, pese a la sobrealimentación, prevenía la aparición del hígado graso.
Buenos resultados sin cambiar la dieta
Y los resultados fueron claros: en el grupo intervenido con DHA más hidroxitirosol -en una dosis que en personas no sería mayor a los dos gramos por día- no sólo se previno la esteatosis hepática, sino que además la insulinorresistencia, la inflamación y el estrés oxidativo. De hecho, añade, los indicadores fueron mejores mientras mayor era la obesidad del individuo. "Esto permitiría proyectar una intervención clínica no invasiva en humanos, añadiendo DHA a un aceite de oliva rico en antioxidantes como el hidroxitirosol, lo que da como resultado un producto 100% vegetal, porque el DHA se puede obtener a partir de microalgas, o combinando ambas sustancias en una cápsula, lo que facilitaría su incorporación diaria".
Esos efectos diferenciados se explican porque EPA sería metabólicamente más activo que DHA, señala, por lo que en el organismo se transforma más rápido en otros componentes. Lo anterior, porque según informa el académico, el hígado por una parte fabrica grasa y por otra, cuando está dada la condición de esteatosis, la oxida o quema con menos facilidad que un órgano sano. "Lo que estamos viendo es que estas combinaciones suministradas favorecen la oxidación de los ácidos grasos a nivel hepático y evita su acumulación en este órgano".
Y, dado que la obesidad promueve la inflamación de los tejidos, la intervención disminuyó esa inflamación así como el estrés oxidativo, por lo que se dio un mejor funcionamiento metabólico. Es decir, se tendería a ser lo que se puede llamar un "obeso saludable", que no acumula grasa en otra parte que no sea el tejido adiposo".
De esta forma, el profesor Valenzuela apunta a materializar un próximo proyecto utilizando este esquema de intervención en personas, durante 9 a 12 meses, para luego comprobar los resultados mediante ultrasonografía. "En la actualidad hay muchas personas no solamente obesas, sino que también con sobrepeso e incluso normales que tienen hígado graso, debido a una alimentación de mala calidad. Esta sería una forma de evitar el problema sin tener que cambiar toda la dieta".