El consumo moderado de chocolate reduce el riesgo de desarrollar arritmias cardíacas, especialmente la fibrilación auricular, una enfermedad caracterizada por unos latidos descoordinados de las aurículas del corazón, según se desprende de un estudio realizado en Dinamarca y con repercusiones mundiales publicado a fines de mayo de este año en la revista académica Heart y replicado en publicaciones tales como “British Medical Journal” y “News Wise”, entre muchas otras.
En esta investigación, un grupo internacional de científicos dirigido por Elizabeth Mostofsky, catedrática en la Universidad de Harvard, analizó los casos de 55.502 daneses (26.400 hombres y 29.102 mujeres) de edades comprendidas entre los 50 y los 64 años tras estudiar sus hábitos alimentarios.
En el estudio realizado en Dinamarca, los científicos monitorearon la dieta y la salud de los encuestados. Les solicitaron llenar un cuestionario de 192 preguntas sobre su alimentación para determinar la frecuencia del consumo de chocolate.
Después de un seguimiento de 14 años, se diagnosticaron 3.346 casos de fibrilación auricular y se constató que la enfermedad tenía menor incidencia entre los participantes que consumían chocolate de forma regular.
Después de controlar la ingesta total de calorías, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el índice de masa corporal, entre otros factores, los científicos descubrieron que, en comparación con la gente que no comía chocolate, el riesgo disminuía un 10 por ciento entre las personas que consumían de una a tres raciones de cerca de 30 gramos al mes, un 17 por ciento entre quienes ingerían una ración a la semana, y un 20 por ciento entre individuos que consumían de dos a seis raciones a la semana.
A partir del extenso estudio publicado en Heart, los investigadores descubrieron este vínculo entre el consumo de la golosina y una reducción en el riesgo de padecer fibrilación atrial, la que podría provocar ataques al corazón, insuficiencia cardíaca y otros problemas graves.
De acuerdo con la autora principal del estudio, el chocolate amargo con alto contenido de cacao es el mejor, debido a que el ingrediente benéfico es el cacao y no la leche ni el azúcar. Sin embargo, Mostofsky aconseja no consumirlo en exceso.
“No puedes comer todo el chocolate que quieras”, dice, “y después ignorar todo lo que se sabe acerca de una alimentación saludable”.