“Vida y hábitos saludables para tener riñones sanos”. Este fue el tema central que médicos, nutricionistas, enfermeras, estudiantes de carreras de la salud, el Ministerio de Salud, profesionales que laboran en sociedades cientícas, fundaciones, corporaciones y asociaciones relacionadas con enfermos renales, pusieron en relieve este año, durante la Semana del Riñón, que se realizó entre el lunes 8 y el domingo 14 de mayo, y que fue organizada por la Sociedad Chilena de Nefrología. El objetivo principal de esta iniciativa que se desarrolla todos los años, es promover la toma de conciencia sobre la importancia que tiene el cuidado de los riñones.
En esta ocasión, la Semana del Riñón tuvo como objetivo principal contribuir a evitar y a disminuir la
obesidad por ser esta un importante factor de riesgo de enfermedad renal. El doctor José Luis Guerrero, presidente del Comité de Nutrición de la Sociedad Chilena de Nefrología y miembro de la Unidad de Nefrología, Diálisis y Trasplante del Hospital Dr. Luis Calvo Mackenna, explica que en este aspecto lo fundamental es llevar una alimentación saludable y realizar actividad física frecuente.
Hay que entender cómo inuye lo que comemos en la salud renal. Los riñones son órganos que limpian nuestra sangre, forman orina y tienen funciones metabólicas y hormonales importantes. Si nuestros riñones se enferman, se enferma todo nuestro organismo: corazón, vasos sanguíneos, huesos y articulaciones, cerebro y glóbulos rojos, entre otros. Los niños además de enfermar gravemente, dejan de crecer. Si nuestra alimentación es poco saludable, con exceso de sal, de alimentos procesados o chatarras, rica en azúcares simples y bebidas gaseosas, asociada a una vida sedentaria, se produce una sobrecarga de trabajo para los riñones y así van perdiendo su funcionalidad. La pérdida de la función renal es lenta y silenciosa, por lo que los pacientes no se chequean hasta ya avanzada la enfermedad cuando ya es muy tarde.
Agrega el especialista que las principales patologías precursoras de la ERC (Enfermedad renal Crónica) en adultos son la diabetes (DM) y la hipertensión arterial (HTA). “Ambas se relacionan en gran medida con nuestros hábitos alimentarios y el envejecimiento, por lo que, en una sociedad con incremento de laexpectativa de vida, el aumento de estos dos factores conlleva a un aumento de la población con enfermedad renal crónica. Adicionalmente, los estilos de vida sedentarios y alza de la proporción de obesidad en la población general, producen el desarrollo de resistencia a la insulina aumentando el riesgo de desarrollo de ERC en los próximos años”.
Dadas las características de la enfermedad renal, sus causas y consecuencias, el Dr. Guerrero enfatiza en la necesidad de preocuparse del tema en todas las edades. Esto es desde el periodo fetal, durante el embarazo, en adelante. “Siempre se debe tener una vida y alimentación saludable”, recalca. Otro aspecto de la salud renal del que mucho se ha hablado pero del que todavía no hay suciente conciencia es la necesidad de ingerir diariamente abundante líquido. La recomendación es tomar de 6 a 8 vasos de agua pura al día, evitando las bebidas gaseosas y jugos azucarados.
Realidad chilena
De acuerdo a información proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina 2016”, el hambre se redujo de 14,7% a 5,5%, pero ahora estamos en el extremo opuesto ya que 58% de la población regional tiene sobrepeso.
Chile se posiciona en el primer lugar de Sudamérica con la mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adulta (63%), seguido de Venezuela con un 62,3% y Uruguay con un 61,7 %, y en el segundo de Latinoamérica, antecedido por México (64%).
En el caso de los adultos, las mujeres padecen mayor obesidad en comparación con los hombres. En más de 20 países, la tasa de obesidad femenina es 10 puntos porcentuales mayor que la masculina. Esto se explica por el actual sedentarismo de las mujeres en la región, sumado al factor laboral que las priva de tiempo suciente para elaborar comidas saludables, según FAO y OMS.
En cuanto a la obesidad infantil, Chile actualmente se encuentra en el 6° lugar mundial y en el primer puesto en América Latina. Así lo demostró, explica el Dr. Guerrero, un estudio recientemente publicado en la Revista del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), en el que se advierte que en Chile el 70% de los niños van a ser obesos en el corto plazo.
Además, las estadísticas destacan que en nuestro país el 22,3% de los niños de pre kínder son obesos, el 23,6% de Kínder, el 25,3% de primero básico. “Esto se debe al aumento de la ingesta de alimentos poco saludables”, acota. En el consumo de alimentos como el azúcar, sal, mayonesa y helados, el chileno supera con facilidad al resto de América Latina, muchas veces doblando y hasta triplicando la ingesta por persona de estos
productos.
Nuestro país es el segundo en la región que más alimentos ultraprocesados consume, con un promedio anual per cápita de 201,9 kilos, lo que además nos ubica en el séptimo lugar del ranking mundial. Estos alimentos son aquellos que entre los procesos para su elaboración se cuentan la hidrogenación, la hidrolización, la modicación de la forma, el pre procesamiento mediante fritura, horneado, etc. y que, por lo común, “contienen pocos o ningún alimento entero”. Los productos ultraprocesados habitualmente vienen envasados, son duraderos, fáciles de consumir y accesibles en la mayor parte de los mercados.
El alto nivel de sobrepeso y obesidad en la región obedece a una mala nutrición asociada a factores sociales y económicos, como el difícil acceso a alimentos sanos y frescos y su alto precio en comparación con los productos ultraprocesados de alto nivel calórico, que son más baratos y que gozan de un poderoso aparato de publicidad, según FAO/OMS.